lunes, 22 de julio de 2013

Volando por el cielo

En el fondo soy una clásica, lo sé, pero no se puede negar que las cometas tienen algo mágico y nostálgico. Recuerdo que cuando era pequeña siempre que veía a alguien volando una, la señalaba mostrándosela a todos con una sonrisa dibujada en los labios. (La verdad es que todavía lo sigo haciendo)





















































Para los más curiosos, os explicaré que las cometas tienen su origen en la China del año 1200 a.C. Nacieron como dispositivo de señalización militar, para mandar mensajes según el color de la cometa. A partir del siglo XII se convirtió en un juego entre niños que todavía hoy se mantiene entre nosotros.



















Me gusta la idea de que volar una cometa requiera la ayuda de dos. Creo que es bonito compartir experiencias, por tontas que parezca tienen la capacidad de unir a esas personas.



















Me atrapa ese objeto vistoso mecido por el viento dibujando siluetas en el azul del cielo con sus movimientos acompasados como si de un baile se tratara.



 

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