miércoles, 13 de marzo de 2013

Dreaming*

He tenido un sueño, un sueño precioso. He soñado que, de pronto, el calor que el viento sur nos había traído iba templando; y cada vez más y más hasta pasar a enfriarse. Y en el termómetro de mi ventana descendían los grados, casi hasta bajar del todo.



























He soñado que el azul impoluto que lucía el cielo iba desapareciendo. Que el tono amarillento con el que el sol iluminaba las flores, los hogares, los rostros...se transformaba; y pasaba a ser una luz clara muy blanca, fría pero brillante y hermosa.

























He soñado que, de repente, empezaban a caer tímidos copos de nieve, casi imperceptibles pero que, poco a poco, tomaban consistencia para terminar convirtiéndose en una nieve espesa cayendo desde lo alto.






Y yo desde mi ventana, sentada y absorta contemplando esa transformación, ese espectáculo silencioso con la misma ilusión que un niño la mañana de su cumpleaños, la misma ilusión del que regresa a casa por Navidad, la misma de quien tras nueve meses de espera puede ver por primera vez la carita de su bebé... Porque la última nevada del invierno (aunque sabemos que llegará) siempre nos coge por sorpresa. Y ver las flores incipientes de la primavera bajo un pequeño manto blanco, es como un sueño.














No hay comentarios:

Publicar un comentario